Los cristianos estamos llamados a imitar a nuestro Padre Dios, tanto en su creatividad como en Su excelencia, pues El es Creador y hace nuevas todas las cosas (Apoc. 21:5), y es  perfecto, como nos pide Cristo que seamos nosotros también ("Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto"). Eso es lo que caracterizó a Franco en todas las facetas de su vida: su creatividad y su excelencia.

​

En primer lugar, como militar, siendo el general más joven de Europa y la espada más limpia de Occidente, en palabras de Petain.  Su excelencia en el campo de batalla era proverbial y conocida por el mundo entero, y nadie lo podrá obviar porque logró lo que nunca nadie ha logrado: derrotar al comunismo. Franco ganó la guerra y eso es historia, se pongan como se pongan. 

​

En segundo lugar como estadista, consiguiendo resucitar una nación  destruida y saqueada y llevarla a las más altas cotas de desarrollo, bienestar, justicia, libertad y paz. Y guiarla a buen puerto a pesar de todas las asechanzas y ataques de sus enemigos. Todo eso también es una realidad incontestable por muchas calumnias que se cuenten.

​

En tercer lugar, y también conocido por millones de españoles, es su excelencia en los deportes. La navegación,  el golf, la caza y la pesca, eran sus aficiones favoritas y en todas ellas destacaba.

 

También era un buen escritor, autor de un libro magistral titulado "Masonería" y que firmó con el seudónimo de Jakim Boor, como también utilizó un seudónimo para su otra faceta creativa: guionista de cine. Así firmaría como Jaime de Andrade el guión de Raza, que Sanz de Heredia llevaría posteriormente al cine. La humildad era uno de sus rasgos más notables, que en este anonimato aparece nítidamente.

Pero lo que pocos conocen es su faceta de pintor, en la que también sorprendía por sus dotes naturales, pues nunca había estudiado arte. Recientemente han sido subastados algunos de sus cuadros.

​

Ver más obras 

​

Y hasta cantaba zarzuelas! 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

Estas cualidades de Franco le hicieron exclamar al genial Salvador Dalí:  "Una de las grandes cualidades de mi vida es haber tenido un caudillo Francisco Franco, que es un santo, un místico y un genio."

​

​